Todo lo tangible o sus acciones realizables, existen y no puede decirse que no. El principio de no contradiccion bien claro que nos lo deja.
Es un fundamento filosófico que aplica en el área legal, en las reflexiones filosóficas, aplicaciones científicas, estudios penales y criminalísticas.
La vida misma nos enseña que todo es y no puede no ser; internalizarlo puede llegar a alejarnos de relaciones tóxicas.
Origen y concepto del principio de no contradicción
La lógica y la filosofía fundamentan a este principio. Los siglos han demostrado su eficacia para solventar confusiones y problemas existenciales de las sociedades.
Podríamos decir que es una manera de reflexionar en torno al “hubiera”, aplicándolo en situaciones como
¿Qué hubiera ocurrido si Isaac Newton no se hubiere sentado bajo aquel manzano?
Aplica así a otras supuestas paradojas. Incluso para prever reacciones luego de unos resultados electorales.
Si bien fue el filósofo de la Grecia Antigua, Parménides, quien inició este principio con algunos axiomas, no fueron sino Platón, Aristóteles y Avicena quienes lo conceptualizaron.
El principio de contradiccion nos asegura que una declaración no puede ser verdadera y falsa a la vez.
Un ejemplo: El camino es de tierra pero el camino no es de tierra; ideas que son totalmente excluyentes porque ambas no pueden ser verdad a la vez.
Debe en lo posible no ser confundido el principio de no contradiccion con un oxímoron, figura donde se contraponen dos ideas, ejemplo “claroscuro”.
Filósofos que fundamentaron el principio de no contradiccion
Parménides:
Fue quien inició la distinción metafísica que trata del ser y lo trascendental y entre lo que es y lo que no es.
Su enunciado lo resume todo: “Lo que existe es y lo que no existe, no es”.
Fundamentaba su razonamiento asegurando que lo que existe, es, porque puede pensarse y no puede no ser (dejar de ser).
A manera de contraparte para afianzar lo anterior, explicó que lo que no existe, simplemente no es, porque no puede pensarse y por ende, no puede ser.
Parménides deja claro que lo material y lo que la mente no permite crear, simplemente no es ni puede llegar a ser, porque en ninguna parte (ni en la mente) existe.
Una de las refutaciones a éste pensamiento fue la de Heráclito, ya que dijo que si un ser que es no puede no ser, entonces nada tiene posibilidad de cambiar.
Platón:
En su reflexión “Fedón o sobre el Alma”, basado en los días finales de Sócrates, Platón nos presenta una nueva versión del principio de no contradicción de una manera aparentemente incompatible.
Allí Sócrates determina que si consideramos al alma inmortal, es imposible que la misma pueda llegar a morir en las reencarnaciones, por más que pase de un cuerpo a otro.
Ergo, no se puede decir algo de un ente a la que se le da un atributo y luego hacer que lo pierda paulatinamente.
Ejemplo, al llamar al oro “metal precioso”, esa propiedad no la puede perder porque las personas sólo utilicen diamantes.
Aristóteles:
Es quizás Aristóteles quien de manera más prolija fundamentó y documentó el principio de no contradicción en su obra metafísica.
Comenzó afianzando la sentencia de Parménides sobre que nada puede ser y no ser simultáneamente”.
Aristóteles se dedica a demostrar que el principio de no contradicción defiende a la mente en la realización de hipótesis.
Indica con claridad el que nadie puede engañarse cuando sabe que lo que existe es, y está entre lo realmente factible, siendo la idea más firme de todas.
El principio de no contradicción es el menos hipotético, por ser un punto de partida para las mismas y que ayuda a eliminar las paradojas.
Los estudiosos perciben que Aristóteles se refiere aquí a lo más conocido “por naturaleza” (lógica), y no “para nosotros” (lo que queremos que sea).
Avicena:
Este filósofo llevó a un plano más terreno o “paisano”, el pensamiento aristotélico en pro de la aplicación en la población.
De esta manera las personas aprendían a no ser conformistas y a su vez saber que son sus decisiones presentes las que atraen el balance de consecuencias futuras.
Su forma de explicación se basaba en ejemplos como: si a un hombre se le robara y luego se le apedreara, esa persona entendería y aceptaría que:
… ser robado y no ser robado, no es lo mismo;
…ser apedreado y no ser apedreado no es lo mismo.
Como son hechos vivenciales a los cuales el común no se quisiera someter (ser robado y apedreado), la filosofía explica de esta manera, lo siguiente:
Las acciones futuras podrán ser dependiendo de nuestros actos actuales; pero no pueden no ser a su vez, dependiendo de esos actos.
Una manera de instar al bien, al cuidado, precaución al hacer y decir que lamentablemente ha devenido en el tiempo.
Parte de esa variación del principio de no contradicción la podemos encontrar en el enunciado “acción y reacción”.
Reformulación del principio de no contradiccion en la literatura
En parte de la literatura universal se ha reformulado este principio de contradiccion en búsqueda de mejores opciones al razonamiento, sin que los mismos sean axiomas ni oxímoron.
Sir Arthur Conan Doyle, a través de su persona Sherlock Holmes lo llegó a plantear con una premisa que usó el investigador en sus libros:
“Cuando la respuesta más lógica no es la correcta, la respuesta no lógica, sí la es”.
Básicamente toca las mismas ideas de Parménides, Platón y Aristóteles en que algo que sí es no puede no ser ni cambiar.
Simplemente está planteando que hay que verla desde otra perspectiva. Y esto es lo más cotidiano que nos puede ocurrir, por ejemplo:
Usted no consigue las llaves de su auto donde siempre las deja o debería dejar. Luego de ver que no están allí, entonces la lógica indica que debe buscarlas en sentido contrario a su cotidianidad.
Es probable que aparezcan donde no deberían haber estado. Y en caso contrario al darlas por perdidas, las llaves seguirán existiendo aunque no estén con usted.
Principio de no contradiccion como supuesta fuerza mayor
El principio de no contradiccion es quizá de lo más pagano que existe. Aunque la mayoría de las iglesias lo aceptan para asuntos terrenales.
Este principio asume que si Dios no puede cambiar el resultado de 5 x 5, quiere decir que no es omnipotente y por ende, no existe.
Pero a su vez, ante la realidad de que dicho cambio no tiene sentido, Dios existe ya que Él es aunque no aplique en lo puede no ser (no puede cambiarse lo que ya se demostró que existe, que es el resultado de 5 x 5).