En el siguiente artículo hablaremos sobre el principio de progresividad, un fundamento que habla sobre el aumento gradual aplicado sobre nociones económicas, sociales y jurídicas. Si deseas saber qué es, cómo funciona y finalmente cuál es la diferencia entre progresividad y regresividad, quédate con nosotros.
¿Qué es el principio de progresividad?
Empecemos desde lo más sencillo, definiendo qué es un principio. Cuando hablamos a un principio nos estamos refiriendo a un fundamento o política indiscutible, que se puede aplicar de forma general. De hecho, a partir de estas verdades absolutas es que nacen las ideologías y las teorías. Guiando al ser humano en el proceso.
Por otro lado, la progresividad, como mencionamos anteriormente, consiste en el aumento gradual y progresivo de las cosas. La teoría nos dice que cuando es progresivo no puede disminuir, solo aumentar en el proceso. Así pues, podemos definir el principio de progresividad como una regla o fundamento que por su naturaleza solo puede aumentar o incrementar, no retroceder.
¿Cómo se aplica el principio de progresividad?
Depende mucho del ámbito, como el económico, técnico, marketing y jurídico, pero generalmente es sinónimo de avanzar constantemente hasta que se cumpla naturalmente. Generalmente, eso ofrece protección, garantía y cumplimiento de nociones básicas, como los derechos humanos.
Tomando el mismo ejemplo, podemos afirmar que los derechos humanos son progresivos, porque tienden a aumentar para el beneficio de las personas, quienes reciben la protección y no a disminuir para perjudicar. La imposibilidad de un retroceso o reducción no se contempla en el principio de progresividad.
Así pues, el fundamento general de crecimiento gradual se aplicará para una conservación más favorable del área. Otro ejemplo que podemos nombrar demostrando la aplicación del principio de progresividad son los derechos de los trabajadores, quienes siempre avanzan (como aumentos salariales y protecciones laborales). En este tipo de preceptos nunca se considera la posibilidad de desmejorar la situación de los trabajadores.
Principio de progresividad según derecho tributario
Si realizas una búsqueda rápida en la web, encontrarás que el principio de progresividad suele aplicarse normalmente al derecho tributario, que es la rama encargada del establecimiento y la aplicación de los impuestos. En este caso, aumentando en función de la base imponible, que es la cantidad monetaria del hecho.
Pero, ¿cómo funciona? Sencillo, en derecho tributario el principio de progresividad indica que, a mayores ingresos, mayores impuestos. En otras palabras, si ganas más dinero, tendrás que declarar más tributos. No de forma contraria. Es una excelente demostración de cómo avanza gradualmente y no disminuye.
Sin embargo, no debe ser confundido con el principio de proporcionalidad, que explica el crecimiento a medida que lo hace la capacidad económica. Es decir, necesita haber una equivalencia. En cambio, cuando hablamos de progresividad hablamos siempre que aumente los ingresos, tiene que aumentar también la recaudación monetaria.
Principio de progresividad según la constitución
En las leyes, y la constitución en general, también se contempla el principio de progresividad. Específicamente en el artículo 25 de la convención interamericana de derechos humanos, donde nos dicen que los derechos no pueden reducir su alcance, solo aumentar gradualmente.
Se suele usar para esclarecer una situación y dar sentido a la evaluación. Por ejemplo, en un escenario donde la aplicación de una ley perjudique en vez de beneficiar a un individuo, se tiene que aplicar el concepto del principio de progresividad, donde no puede disminuir la situación actual de las personas.
Al mismo tiempo es una interpretación jurídica que debe establecerse de forma general, sin puntos de vista contrario. De hecho, marca el límite para evitar restricciones y menoscabos en los derechos fundamentales de las personas.
Progresividad vs regresividad
A lo largo del artículo hemos hablado sobre la progresividad y la regresividad, aclarando la estrecha relación que los une. Sin embargo, resulta pertinente interpretar cada concepto para crear una opinión al respecto. Comenzando con regresividad, que nunca puede ser el punto de partida. En otras palabras, la disminución de un derecho nunca puede ser el principio de una interpretación, contrario de la progresividad y su aumento, que siempre deben ser el punto de partida de toda interpretación buscando un beneficio.
La regresividad, por otro lado, no siempre puede aplicarse a un indicador social, económico o jurídico. De hecho, son contados los escenarios donde interviene. Contrario a la progresividad que puede ser aplicado, prácticamente, a cualquier indicador. En el mismo orden de ideas, la regresividad es un concepto empírico, mientras que la progresividad es una normativa. Ten presente que todas, absolutamente todas las leyes, son progresivas.
La regresividad, en ejemplo, puede ser un impuesto que recauda menor recurso monetario a medida que aumenta la capacidad económica y la entrada de los ingresos. Mientras que la progresividad, como se ha mencionado, un impuesto incrementa a medida que aumenta la entrada de ingresos.
Importancia del principio de progresividad
El principio de progresividad es sumamente importante desde la materia tributaria, jurídica y social. Si se nos presenta un escenario donde todos los beneficios fueran regresivos, entonces veríamos injusticias y una proporción desfavorable. Ejemplo, contratos laborales que disminuyen el salario en vez de aumentarlo, tributos que disminuyen en vez de aumentar de acuerdo a las necesidades económicas y así sucesivamente. Por suerte, la restricción no se encuentra complementada en la convención interamericana y cada uno de los indicadores mencionados siempre tienden a aumentar y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida.
Conclusiones sobre el principio de progresividad
En síntesis, el principio es una regla general y universal que nos determina el aumento gradual y progresivo de los indicadores, sin contemplar la reducción y disminución de los mismos. Suele ser usado como una fuente de información en la contemplación de escenarios relacionados con actividades como la técnica y la económica.
También suele ser un método de interpretación al momento de conservar los indicadores. Por ejemplo si existen dos leyes, y hay que conservar una, se selecciona la que ofrezca el régimen de protección más favorable. Adecuando protección frente a escenarios arbitrarios.
Finalmente, la regresividad es el antónimo de la progresividad, y al contrario, disminuye el alcance de un indicador, otorgando un régimen de protección desfavorable con escenario desfavorable, Tampoco se puede confundir con proporcionalidad, que es una relación de correspondencia entre dos partes.