La vida se construye de momentos que se transforman en escalafones o que catapultan a los siguientes niveles de los proyectos, deberes o querencias. Y cada logro que se celebra con las personas queridas, se hace mucho más significativo y comprometedor, lo que en esta ocasión nos motivó a realizar este artículo sobre principios para hacer pasteles de graduación.
Un poco del valor agregado a los principios para hacer pasteles de graduación
En base a lo anterior, cada nivel de estudio es, además de un deber, el gusto de poder salvar escollos, descubrir cosas nuevas, fortalecer la inteligencia emocional e interrelacionarse con personas que quizá no estén en su futuro, pero serán valiosos en su historia de vida.
Y es que con esas personas –los compañeros de clase- se celebran en cada año escolar, curso, diplomado, titulación universitaria, etc., el éxito alcanzado y la alegría de ser, hacer y estar, que como seres humanos, nos va construyendo como personas cívicas.
Cada uno de esos alumnos comparten entre sí y con sus núcleos familiares, amistosos y/o vecinales, de sabrosos pasteles de graduación, que así, se fundamentan:
Principios para hacer pasteles de graduación
Dichos principios son los siguientes:
- La gran significación que tiene para todo estudiante la culminación del año, período o carrera.
- Obtener el diploma y las certificaciones correspondientes que avalen los estudios y que serán las llaves para luego, demostrar en realidad los conocimientos en el área práctica de la carrera estudiada en tal o cual instituto.
- La sensación de avanzada en base a un esfuerzo metódico similar al de otros, sin importar la edad que se tenga.
El estudio siempre se disfrutará y los principios para hacer pasteles de graduación aplicarán sentimental y orgullosamente, por igual. - El organizar una fiesta o convivio es también un punto de control social para todos aquellos que invirtieron muchísimas horas de esfuerzo, dinero y hasta carencias, para lograr la satisfactoria meta de graduarse.
Se basa en el principio de la compensación mutua, algo que asemeja, pero dista éticamente, del reflejo condicionado de Iván Pavlov. - Una manera de representar el orgullo familiar hacia el estudiante.
- Quizá el dulce sabor que requerirá una despedida, ya que posiblemente las vidas tomen otros caminos. Y el compañerismo y la amistad, ameritan ser celebrados y honrados incluso cuando se marcará distancia, forjando nuevos caminos, sin que ello signifique, olvidarse.
Los modelos más recomendados
En la actualidad, los principios para hacer pasteles de graduación han cambiado un tanto, gracias a que las promociones toman temáticas dinámicas para hacer más divertidas y significativas sus graduaciones, sea cambiando de año o grado o culminando un período o carrera.
Pero eso no aleja de los modelos tradicionales, más bien los complementa. He acá ideas para ambos.
- Pasteles con decoración en forma de diploma junto a un birrete. Es el tipo de pastel más universal. Realizados con fondant, pastillaje y sabores tradicionales como chocolate y vainilla. Requiere que su tamaño corresponda equitativamente al número de graduandos, lo que permite ampliar el diseño.
- Emular con el pastel a la carrera culminada. Una balanza es la idónea para los abogados.
Un estetoscopio o esculapio, para los que estudian medicina.
Colocar una computadora para los informáticos.
Una libreta y un lápiz funciona para graduandos de comunicación o letras. - Pastel con el epónimo o compañero. En ocasiones, cada promoción posee un padrino. Colocar el nombre en el pastel enaltece los principios para hacer pasteles de graduación al enseñar honra, respeto y considerar valores en las demás personas.
Y si la promoción perdió a un compañero durante la misma, que su imagen y compañerismo estén presentes en el momento clímax de su carrera estudiantil junto a los suyos.
Las nuevas tendencias. Ahora las graduaciones quedan bajo la organización de los mismos estudiantes, quienes buscan temas para “soltarse” y despejar su día especial.
De allí que existan fiestas retro, graduación tecno, temáticas deportivas, entre otras y los principios para hacer pasteles de graduación cambian para adaptarse, quizá confundiéndose con cumpleaños normales.
Pero las elaboraciones, metamensajes y sensaciones mutuas hacen que el pastel y la vibra se unan al sentimiento máximo que todo estudiante siente el día de la graduación.