Pedir préstamos hipotecarios no tiene que ser un dolor de cabeza si sigues estos consejos. En esta publicación vamos a explicar qué son, cuáles tipos existen y qué consideraciones tener en cuenta. Al terminar de leer, estarás listo para elegir tu propio préstamo.
¿Qué es un préstamo hipotecario?
Un préstamo hipotecario es un producto financiero donde una empresa pública o prestamista privada se compromete a depositar una cantidad de dinero a una cuenta corriente para comprar una vivienda con la condición de devolverlo en un plazo y con intereses.
Los préstamos hipotecarios, a diferencia de los productos financieros comunes, se diferencian en la garantía. Si la persona que solicita el apalancamiento no devuelve la totalidad de la deuda, o se atrasa en los pagos de las cuotas, los prestamistas pueden usar como garantía el inmueble. Es decir, te podrías quedar sin vivienda.
Principios para pedir préstamos hipotecarios
Conoce tu puntaje crediticio
El puntaje crediticio es un parámetro que predice la posibilidad de que un solicitante pueda cancelar el monto del préstamo y los intereses. Es una información valiosa para prestamistas, ya que así puede saber si una persona tiene la capacidad de cancelar sus deudas.
Dicho puntaje crediticio se mide mediante un número de tres dígitos. Si la persona se encuentra por debajo del rango promedio, eso quiere decir que puede cancelar un apalancamiento financiero en el futuro. Pero, si se encuentra por arriba de este rango promedio, entonces hay pocas posibilidades de que pague un producto financiero a largo plazo.
Así pues, es importante conocer tu puntaje crediticio, mantenerlo bajo del promedio ‘alarmante’ y luego solicitar el préstamo. Tener un puntaje alto, además de alertar a prestamistas, también es posible que aumente el monto de los pagos a devolver y los intereses.
Tipos de préstamos hipotecarios
No hay un solo tipo de préstamo hipotecario en el mercado. Existen muchos y con características que lo definen. Tenemos, por ejemplo, los préstamos hipotecarios con intereses fijos; eso quiere decir que no importa que pases hasta 30 años pagando, se mantendrán siempre la misma tasa de interés para calcular el monto a devolver a prestamistas.
También tenemos tasas variables, las cuales van cambiando de acuerdo a situaciones imprevistas de la economía. Por ejemplo, la inflación y la desvalorización de activos inmobiliarios. O, tasas ajustables, que siguen la misma filosofía pero inicia con una tasa mínima para atraer consumidores y luego va aumentando a medida que pasan los años pactados.
Reúne la documentación
Para poder solicitar préstamos hipotecarios, necesitarás tener una documentación actualizada. ¿Qué tipos de documentos? Bueno, dependerá de la empresa o los prestamistas, pero en general piden los siguientes papeles: declaración de renta con los ingresos de los últimos 2-3 años, un recibo de pago de los servicios que consumes actualmente, declaración de impuestos –para saber si no estás cometiendo delitos tributarios–, documento de identidad nacional, pasaporte vigente y varias referencias comerciales y personales.
Compara las tarifas
Cuando tengas la documentación a la mano, es momento de solicitar tus préstamos hipotecarios. Si ya tienes la entidad crediticia seleccionada, felicitaciones. Pero, ¿es realmente la mejor? Antes de tomar una decisión final, te recomendamos comparar alternativas de tarifas entre varios prestamistas para conocer cuál es la opción más competitiva para solicitar un préstamo y contratar renting en turentingaqui.es.
Revisa las estimaciones
Finalmente, revisa tus estimaciones de préstamos hipotecarios para adelantarte a los imprevistos y emergencias económicas. Es decir, llena un formulario o emplea una calculadora de préstamos para saber cuáles son las fechas, costos, gastos y pagos a completar.