Los principios para tener unos dientes sanos no prescriben. Nos acompañan desde la infancia hasta protección integral de nuestra salud buco-dental depende íntegramente de nosotros.
Sí, desde lo que comemos y cómo lo comemos; la visita periódica al Dentista en Paraguay y los métodos y productos de higiene dental que progresivamente traemos nuestras rutinas.
Principios para tener unos dientes sanos
Sin importar la edad, sexo, estrato social y lo atareado que podamos estar o nuestro modo de alimentarnos, estos principios para tener unos dientes sanos han de tenerse como un tratado para sí mismos y legarlo a las nuevas generaciones, enseñarlo a quienes no lo conozcan y recordárselo a quienes no lo apliquen continuamente.
Los dientes se cuidan en principio por salud y en segundo plano, por estética; ambos factores terminarán incidiendo en la salud física y emocional de la persona, de manera positiva.
Sean como sean los dientes, hay que protegerlos y, en caso de ser posible, acudir a las técnicas odontológicas para mejorarlos y extender aún más su vida útil.
Los dientes de los niños han de haber aparecido en su mayoría a los 18 meses; esto se traduce en salud buco-dental.
Utiliza los analgésicos tipo gel sólo sí el odontólogo los recomienda.
Los mordedores o rasca encías que utilizan los niños, son por tiempo provisional. Por igual el uso del chupete puede incidir negativamente en la formación de las piezas dentales de leche y afectar a las piezas permanentes. Cuidado con ello.
Cepillarse antes de acostarse y al levantarse.
Aprender las técnicas de cepillado dental para los dientes y muelas de arriba y abajo y el lado interno de los mismos, es primordial y uno de los principios para tener unos dientes sanos que jamás cambia, ayudando así a evitar la caries, cuidar el esmalte y reducir la placa y sarro.
Utilice cepillos de dientes de marcas reconocidas y respaldados por el Colegio o Círculo de Odontólogos de su país. Evite las marcas piratas y baratas, ya que las cerdas de ínfima calidad crean más daño.
El uso del hilo o seda dental es estratégicamente beneficioso. Lo primordial es utilizarlo con precisión y movimientos decididos, evitando que los mismos sean toscos e irregulares, porque pueden hacer daño en encías, dientes y/o el paladar.
Las pastas dentales están diseñadas para ayudar con micro partículas, blanqueadores y du dosis de flúor, para el cuidado de los dientes durante el cepillado y un lapso de tiempo considerable luego del cepillado.
Pero, lo anterior no indica que el dentífrico en mayor cantidad o por la espuma que generemos, cuidará o sanará mejor nuestros dientes. Lo primordial es la técnica del cepillado.
Utilizar enjuague bucal es un respaldo invaluable a los principios para tener unos dientes sanos, porque de una vez y con un vaivén irregular en cada gargarismo, brinda su potencial a todas las piezas dentales, lengua, paladar y encías.
Visitar al odontólogo cada seis meses para una limpieza dental, reduce las posibilidades de caries y otras afecciones bucales, además de aminorar factores detonantes para enfermedades gastrointestinales o cardiopulmonares, ya que la boca es la puerta de entrada de diversos patógenos al cuerpo.
Modera la ingesta de dulces o bebidas dulces; por igual el consumo excesivo de alcohol .
¿Te gusta morder hielo, turrón, maní, nueces o cosas duras?, elimínalo, estarás resintiendo tus piezas dentales y estarán más a merced de cualquier agente que detone las caries.
Refrendamos que éstos principios para tener unos dientes sanos son permanentes y que pueden o deben ser mejorados con productos de marca y asistencia de elementos naturales (comprobados por la ciencia), para que se proteja la salud de cada diente y se eviten las caries y las incomodas reparaciones o las dolorosas extracciones de piezas dentales.